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Los perros, en general, son leales, cariñosos e inteligentes, sin embargo, también pueden ser entrenados para vigilar y avisar a los propietarios en situaciones de amenazas, además de atacar y reprimir a los intrusos.

Aunque el adiestramiento aplicado en los perros que deben servir de guarda los condiciona a comportamientos más protectores y defensivos que amistosos y cariñosos, buena parte de la actitud del animal dependerá del tipo de crianza, método de adiestramiento y su correspondiente socialización. Si esto se hace correctamente, cualquier perro guardián puede ser cariñoso con sus propietarios y su familia.

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Los perros guardianes deben recibir un adiestramiento específico y especializado para realizar estas funciones. Además, deben tener las siguientes características:

• Actuar con obediencia al propietario (deben ser adiestrados desde pequeños);

• Ladridos fuertes (importantes para ahuyentar y asustar a posibles intrusos);

• Capacidad de reaccionar rápida y eficazmente ante agresiones o amenazas reales;

• Capacidad de intimidación (fisonomía, postura, ladrido, postura física y expresión facial);

• Fuerza física, agilidad y resistencia;

• Inteligencia para saber cómo actuar en diferentes tipos de amenazas;

• Buena capacidad de trabajo/aprendizaje;

• Capacidad de estar siempre alerta;

• Sociable con diferentes actividades infantiles (por ejemplo, piscina, juegos de pelota, socialización con bebés, etc.);

Buen oído;